lunes, 2 de julio de 2007

Un hábito, una necesidad, en eso se convierten tantas lágrimas derramadas. No hay gente, no hay amigos, no hay vida propia, solo tristeza y algo de soledad, pero solo algo, no la cantidad que necesito. No me quedan pensamientos para gastar, ni palabras para expresarme, solo me sobran lágrimas y este sentimiento que me ahoga, que oscurece cada lindo momento, que mata mis deseos y me convierte en esa materia sin vida, sin sentido que soy. Atrapada en este cuerpo que no deja volar mi alma. ¿Acaso has visto como todos me miran? No saben que existo. Creen que soy feliz. ¿Desde cuándo? Quizás desde que existo, aunque pare ellos no existo. ¿Que pueden saber? ¿Quién puede saber? Yo ya no se nada. Se nubla mi pensar. Solo puedo pensar en la soledad y es a ella a quien puedo anhelar. No hay un mañana. Nunca lo hubo, nunca lo habrá. Ahora solo me acompaña el vacío, la muerte, la oscuridad y estas ansias de escapar. Busco vida, ¿quien me ayuda? Busco muerte, ¿quien me la dará? Creen que miento, mejor es no olvidar que no saben que existo. Nunca sabrán que no vivo, solo vago por el mundo buscando ese momento final que me dará la vida.

No hay comentarios: